domingo, 10 de febrero de 2013

Sin inspiración


Lamento decirles que paso una crisis emocional muy aguda. Mis pensamientos, sentimientos y emociones tiran para todos lados, pero no van en el mismo camino. Ojala pudiera escribir de esto, pero la razón no me deja ver con claridad. Este mes no habrá PARA LEER. Esto me pone triste pues he querido tener la disciplina de publicar cada mes y con esto se rompe esta pequeña racha de cinco meses escribiendo. ¡Caray!

Finalmente soy yo quien decide sentirse bien o mal al respecto. Y de esto si puedo contarles. Si me siento mal es porque creo que no voy a ser el escritor que siempre he querido ser. ¿Cómo logran los periodistas escribir todos los días? Si tuviera que escribir para un periódico tengo que tener ya algunas historias para publicar pues eso de que a las diez de la noche me entregas tu historia me causa una presión que me bloquea durante todo el día. Bueno, supongo que todo principio es difícil, pero conforme pase el tiempo, me será más fácil redactar unas líneas.

Si me siento bien es porque no todos los días estoy obligado a escribir o mejor dicho, no todo lo que escribo tiene que salir al público. Todo escritor tiene un momento de crisis o simple y sencillamente, un periodo en el que deja a un lado el papel y lápiz para dedicarse a leer, descansar o hacer otras actividades.

Por el momento lo que quiero hacer es resolver mi situación emocional, pues mis demonios existenciales están a todo lo que dan y quiero ganarles la batalla. Dejar atrás mi pasado melancólico y oscuro para encontrar el amor. No el amor propio, sino el otro, le llamare el amor de pareja, que de manera consciente o inconsciente siempre andamos buscando y que la mente, con el paso de los años, nos pone diversas trampas, acertijos y nos juega rudo. Si esto fuera un partido de futbol, la mente sería del equipo contrario y constantemente nos jala la camiseta, nos da patadas, codazos y manotazos que en ocasiones el árbitro no ve.

Pues una vez explicado porque la ausencia de texto en el mes de febrero, me despido de ustedes esperando que se encuentre bien, que no tengan o no vayan a pasar por una de esas crisis emocionales que nos afectan en todos los ámbitos de nuestra vida. Les mando un afectuoso saludo, queridos lectores.