Lamento decirles que
paso una crisis emocional muy aguda. Mis pensamientos, sentimientos y emociones
tiran para todos lados, pero no van en el mismo camino. Ojala pudiera escribir
de esto, pero la razón no me deja ver con claridad. Este mes no habrá PARA
LEER. Esto me pone triste pues he querido tener la disciplina de publicar cada
mes y con esto se rompe esta pequeña racha de cinco meses escribiendo. ¡Caray!
Finalmente soy yo
quien decide sentirse bien o mal al respecto. Y de esto si puedo contarles. Si
me siento mal es porque creo que no voy a ser el escritor que siempre he
querido ser. ¿Cómo logran los periodistas escribir todos los días? Si tuviera
que escribir para un periódico tengo que tener ya algunas historias para
publicar pues eso de que a las diez de la noche me entregas tu historia me
causa una presión que me bloquea durante todo el día. Bueno, supongo que todo
principio es difícil, pero conforme pase el tiempo, me será más fácil redactar
unas líneas.
Si me siento bien es
porque no todos los días estoy obligado a escribir o mejor dicho, no todo lo
que escribo tiene que salir al público. Todo escritor tiene un momento de
crisis o simple y sencillamente, un periodo en el que deja a un lado el papel y
lápiz para dedicarse a leer, descansar o hacer otras actividades.
Por el momento lo que
quiero hacer es resolver mi situación emocional, pues mis demonios
existenciales están a todo lo que dan y quiero ganarles la batalla. Dejar atrás
mi pasado melancólico y oscuro para encontrar el amor. No el amor propio, sino
el otro, le llamare el amor de pareja, que de manera consciente o inconsciente
siempre andamos buscando y que la mente, con el paso de los años, nos pone diversas
trampas, acertijos y nos juega rudo. Si esto fuera un partido de futbol, la
mente sería del equipo contrario y constantemente nos jala la camiseta, nos da
patadas, codazos y manotazos que en ocasiones el árbitro no ve.
Pues una vez
explicado porque la ausencia de texto en el mes de febrero, me despido de
ustedes esperando que se encuentre bien, que no tengan o no vayan a pasar por
una de esas crisis emocionales que nos afectan en todos los ámbitos de nuestra
vida. Les mando un afectuoso saludo, queridos lectores.