Nadie sabe quién es el papá y nadie se atreve a
preguntarle. Todo mundo quiere saber, pero no hallan la forma de investigar sin
preguntar directamente, que es la única forma de averiguar. Con estas palabras
inicia su texto el joven escritor, porque ya no sabe que contar y no quiere
escribir de si mismo inventando nombres. Ahora ha vuelto a ver a las personas
que lo rodean para escribir de ellas, como solía hacerlo antes. De esa forma no
se esfuerza tanto para redactar porque para escribir de él mismo tenía que
modificar algunas cosas para que nadie supiera su identidad. Y a la vez no
quería modificar nada, quería contar las cosas tal y como le sucedieron. Pero
de un tiempo a la fecha su vida se volvió aburrida y ya nada le sucedía y eso
se reflejó en su escritura. Afortunadamente se dio cuenta a tiempo. Hizo una
pausa en sus actividades y escribió un plan de vida. Se fijo metas. Se dio
cuenta de qué es lo que más le apasiona en la vida. Empezó a viajar, retomó sus
lecturas, entró a talleres y cursos, se lleva con una chica que es motivo de su
inspiración, pero de esto hablaremos más adelante porque hay mucho que decir.
¿Tú no sabes?
No
He querido preguntarle a su hermana, pero me da pena.
En algún lugar leí
que no es bueno tener un amigo escritor porque tarde o temprano escribirá tu
historia con o sin tu permiso. Ninguno de mis amigos escribe y espero no ser
visto por alguien que escriba. Sabe entonces que todas las tardes me reúno con
Elena. Y que en una ocasión vi a María en el mismo lugar, lo cual fue una
estupidez de mi parte. Sí, me aseguré de no ser visto por personas conocidas,
pero no de ser visto por un escritor. Ahora sé que debo tener cuidado.
Unos dicen que el papa es el hijo del señor Pedro. Otros
dicen que es su ex. Pero quien sabe. Debe haber alguien que sepa y que suelte
la sopa. Nunca faltan. Solo hay que encontrar a esa persona. ¿Quién soy yo? Me
llamo Héctor. Estoy haciendo mi tesis, pero todo me distrae. Antes de empezar
todo se veía bien fácil. Ahora que estoy frente a la computadora no pienso en
nada, no se me ocurre nada, no me concentro. Quiero estar en la calle, en el
cine, jugando futbol, viendo televisión, leyendo una revista, en el parque con
Elena, viendo el atardecer, tomando fotografías, navegando en internet. Pero
no. Estoy aquí, tratando de escribir y si, escribo. Pero no lo que debería.