Ya quiero que se
termine el semestre. Faltan dos meses y medio aun, pero ya quiero vacaciones de
nuevo. Por lo visto el verano no fue suficiente. A veces quisiera abandonarlo
todo. Creo que solo estudio para tener la carrera y que después sea más “fácil”
tener un trabajo. A veces quisiera dejar la carrera y trabajar para después
comprar un título universitario. Finalmente, ese es el objetivo de estudiar,
tener el titulo colgado en la pared. Hasta un profesor lo dijo: “Si no les
gusta lo que están estudiando, mejor trabajen. Dejen de engañarse y de hacer
gastar a sus padres. Hagan lo que les guste hacer.” Dos cosas. Una: ¿en verdad
no me gusta mi carrera? La verdad, no. Pero no la odio. Tal vez es como uno de
esos matrimonios en que se toleran, pero no se aman. Dos: no voy a dejar de
estudiar por C., de otra manera, el mismo día que me cayó el veinte, hubiera
abandonado la escuela. Pero me detengo por C.
Conocí
a C en primer semestre. Desde entonces estudiamos juntos. Y esto no es solo una
expresión para decir que vamos en el mismo grupo, sino que en muchas ocasiones
si estudiamos juntos. Desde entonces nos llevamos bien y la verdad es que no sé
en qué momento me enamoré de ella. Miento. Si sé. Desde el primer momento en
que la vi, lo primero que noté fue su belleza, pero empecé a sentir algo por
ella en tercer semestre. Son de esas cosas que no buscas, que solo llegan. Disculpen
si caigo en clishes, pero es que el amor se parece mucho a una carretera con
baches. Por más que los esquives, tarde o temprano caerás en uno. Quiero decirle
lo que siento. O tal vez debo invitarla a salir e ir poco a poco. En cualquiera
de los dos caminos el resultado es el mismo: tengo miedo de decirle lo que
siento. Lo sé, es ridículo, pero en verdad tengo miedo.
Si
no fuera a la escuela, ¿qué haría? Si no estudiara esta carrera, ¿qué carrera estudiaría?
Todavía tengo la costumbre de acostarme en la azotea y ver las estrellas. Cuando
era niño me daba miedo esa sensación de mareo que se siente cuando no ves otra
cosa más que el cielo. A veces aun me ocurre. Me pregunto si en diez años aun
me acostaré en la azotea para ver las estrellas. Me pregunto si estaré casado,
si seré feliz. ¿C y yo aun platicaremos? Ayer vi una película. Al terminar,
hablé con C por teléfono. Hablamos casi una hora. Mañana la veo en la escuela. Ya
terminé la tarea y no tengo nada más que hacer. Solo escuchar música y ver el
atardecer.