jueves, 10 de marzo de 2022

Nostalgia de un momento

 

¿En dónde estaba el 18 de abril de 2020? ¿Qué día fue? Hay tristezas que se asoman en forma de nostalgia. Hay palabras que fallan a la hora buena. No salen, se van, se esconden. En la garganta, en la piel, en un abrazo, en una mirada. ¿En dónde estaba el 17 de febrero de 2019? ¿Qué día fue? Depende de eso. Pude haber estado en el trabajo o en casa, si fuera el caso de que fue un domingo. Pero no sé qué día fue. No tengo manera de comprobarlo en este momento y tampoco quiero o me urge. ¿En dónde estabas tu? ¿En tu casa? ¿En el trabajo? Lo que si se es dónde estamos ahora. Estoy en la mesa del comedor, escribiendo. Estas en la habitación. O en el baño. No lo sé. Hace mucho que no venimos a esta casa. Ya planeamos mudarnos aquí, otra vez.

 

jueves, 10 de febrero de 2022

Casero

Mis escritos cambiaron radicalmente. Me acusaron de blando, suave, literatura fácil, basura, rayando en la superación personal. Eso no me importó. Siempre he escrito lo que he querido. Si cambió fue porque vi la vida de forma diferente. Lo que escribía antes me pareció que ya no iba con lo que estaba viviendo ahora. Ni con lo que quería dejar a la humanidad. (En dado caso de que alguien me leyera). Lo único que quise fue ser alguien congruente. Pero para todos los demás esa fue mi mayor incongruencia.

 

lunes, 10 de enero de 2022

Fuera de circulación

Fue una época difícil. Acostumbrado a escribir todos los días me topé con la realidad de no tener el tiempo suficiente para hacerlo hasta el punto de ya no hacerlo diario. Nunca fui el tipo romántico que dice que si no escribe no es él mismo. Como que algo le falta. Es su necesidad escribir. No. Claro que es algo que me gusta mucho y que extrañé hacerlo. Sin embargo, la realidad apuntaba para otro lado y tuve que adaptarme a las circunstancias. Y si, extrañé escribir.