sábado, 10 de mayo de 2014

Se trata de ti

Muchas cosas las pienso y no las puedo escribir. Ya tenía las palabras para empezar este texto, pero así como llegaron se fueron. Solo sé que no quiero escribir una historia o sobre un tema. Quiero escribir de mi sin metáforas, sin mascaras, sin indirectas. Y también quiero escribir de ti, mas de ti que de mí. Mas de tu sonrisa, de tu mirada, de tu voz. Mas de tu belleza, de tu luz, de tu fuerza. De lo bien que me haces sentir. De tus ojos, de tu boca, de lo que tocas en mi sin decirme nada.

Toda la semana me la he pasado viendo películas. Llego a casa y después de hacer un recorrido por todos los canales, voy a mi pequeña pila de DVD que no he visto. Ayer vi una de Woody Allen. Justo cuando terminé te marqué. No todos los días podemos vernos. A veces yo salgo más tarde, a veces tú. Eso sí, durante todo el día nos mandamos mensajes. Tenemos todo un sistema para comunicarnos, a veces muy simple, a veces muy complejo, a veces ni caso le hacemos.

Recuerdo cuando te conocí, nuestra primera cita, cuando me presentaste a tus padres, cuando llegue tarde por ti y te enojaste, casi me matas por más que trataba de explicarte que había mucho tráfico. Recuerdo también cuando te presenté a mis padres. A veces llegan los recuerdos de forma inesperada. Unos vienen, otros van, como si ya supieran cuando presentarse.

No hemos podido vernos porque estas ayudando a María. Se va a casar en un par de meses y es una cosa de locos ir, venir, solicitar, reservar y no  sé qué tantas cosas más. Apenas habías llegado a tu casa cuando te marqué, estabas cansada y solo pensabas en acostarte a dormir. Aun así te robé una hora de tu tiempo que con gusto compartiste. Y es que he estado escribiendo, pero mi personaje femenino eres tú, pero con otro nombre. Eres tú, siempre tu, dice una canción. Aunque no creo que solo una canción tenga esa frase, pero ese no es el punto. La cuestión está en que ya no se qué haría sin ti. Y lo digo en serio.

Ahora me doy cuenta, justo en este momento. Y me quedo sin palabras. Me levanto, tomo agua, regreso, pero no se qué escribir. Reviso mi celular, me llevo las manos a la cabeza, pongo otra canción buscando un poco de inspiración. Pero no tengo más palabras que buscar. Ya lo he dicho y no hay otra forma de decirlo. Esto es escribir de mi sin metáforas, sin mascaras, sin indirectas. Escribir de ti y de mí. Más de ti que de mí.