Cinco días nublados
de forma consecutiva me provocan nostalgia. No quiero salir, lo único que
quiero es ver televisión, escuchar música y recordar épocas pasadas. También me
da por escribir. Esta actividad la tengo
olvidada. Solía escribir de manera recurrente, sobre todo cuando había
problemas familiares en casa y vaya que nos gustaban los problemas. Ahora todo
ha cambiado. En esencia creo que sigo siendo el mismo de hace diez años, la
única diferencia es que no me detengo a pensar en lo que hago, lo que hice y lo
que haré. Si, caí redondito en esto que llaman rutina, en eso de ser adulto.
Viviendo el día a día casi casi como un robot. Sin pensar mucho porque mi
tiempo libre lo ocupo para dormir, lavar, hacer aseo, ir a comidas familiares,
sacar la basura, salir con amigos, ir al cine, ver una serie o película y ya.
Años sin leer un buen libro, años sin cuestionarme quien soy y para que vivo.
El pronóstico del
clima falla mucho. Días en lo que se esperaban lluvias y la lluvia nunca llego.
Días soleados en los que en un abrir y cerrar de ojos se nubla y comienza a
llover, para que en dos horas el sol este a todo lo que da de nuevo. Y ahora
hay una tormenta tropical y por alguna extraña razón no quiero trabajar. Quiero
quedarme en casa y dormir. Como cuando iba a la universidad y había suspensión
de clases. ¿Por qué no puede haber eso en el trabajo? Si, definitivamente debo
tomar vacaciones. Irme a las islas Fiji, la Patagonia, Islandia o algún lugar
tranquilo para descansar y reflexionar. Me hace falta.