miércoles, 10 de febrero de 2016

Cambio de planes

No puedo escribir. Pero esta no es la típica situación en la que no se qué escribir. No. En esta ocasión no quiero escribir. Debo empezar desde el inicio para que todo quede claro. Cada día veinte de cada mes enciendo la computadora y escribo algunas ideas de lo que publicaré en mi blog al mes siguiente. Mi primera idea fue escribir del amor y el desamor. Para el treinta de enero ya tenía dos párrafos. Sin embargo algo pasó en mi vida y ahora no puedo escribir del desamor. Más bien, no quiero escribir del desamor. Lo peor es que tampoco puedo escribir del amor, porque el amor no se escribe, se vive. Tal y como dice Fernando Rivera Calderón en su diccionario del caos: “Los enamorados, mientras tanto, que no suelen tener tiempo para escribir ni para pensar, se aman en silencio y sólo ellos saben lo que tendría que estar aquí escrito, pero jamás desperdiciarían el tiempo precioso del amor escribiendo en otra cosa que no fuera la corteza de un árbol, o la corteza de un sueño, que es donde se escriben los conceptos del amor.”

¿Qué voy a hacer ahora? No quiero escribir de lo que tenía planeado y si cambio el tema me voy a pasar de la fecha en la que acostumbro publicar. El blog me da la opción de que aparezca en la fecha que yo quiera. Sin embargo, si hago esto al rato voy a querer hacerlo cada mes y me voy a confiar y voy a estar publicando a destiempo y esto va a ser un relajo. ¿Será tiempo de abandonar este blog? No es mala idea, sin embargo una parte de mí siempre quiere escribir aunque no tenga el tiempo para hacerlo. Si lo dejo por completo es muy probable que vuelva a escribir. Es algo que ya no puedo dejar de hacer.

De no ser porque esto es un texto, se abría hecho un silencio incomodo entre el punto del párrafo anterior y la letra inicial de este párrafo. De esos silencios que no sabes que decir (y quizá la otra persona tampoco) para romper el hielo. A veces eso resulta un tanto incomodo. A veces resulta un tanto desesperante. Mas cuando la persona que tienes enfrente te gusta mucho y no sabes que decir. Eso es verdaderamente desesperante. Todo pasa por tu mente, pero por tu boca las palabras no se asoman. He sido presa de esa situación muchas veces en mi vida. Afortunadamente todo cambia para bien. Creo que es tiempo de hablar más de mí. Contar que me gusta. De ser posible escribir mi autobiografía, la primera parte que abarca mis primeros 28 años. La segunda parte la escribiré pasando los 56 años y ojala haya una tercera parte cuando cumpla 84 años. Creo que es momento de escribir una novela, sí, eso. Sinceramente ahora me atrae más la idea de escribir un guion cinematográfico, pero durante muchos años quería escribir una novela. Tal vez debo hacer esto ahora. Y mientras más escriba y cuando menos me dé cuenta ya tendré una novela y un guion. Pues bien, que espero. El mejor momento es ahora.